lunes, 29 de abril de 2013

hombres del maíz ii.- arepas (...o..manual apócrifo de "arepología")

 LA AREPA: EL PAN VENEZOLANO
"En idioma español, de buena cepa,
"pan de maíz" titúlase la arepa,
pero es preciso ser de nuestra tierra
para saber lo que la arepa encierra.
¿Qué señor extranjero que no sepa
cómo hablamos aquí, podrá creer
que dentro de una arepa
cabe cómodamente una mujer?
Pues cabe, y no ella sola, 
sino una casa, un radio, una vitrola, 
la cesta del mercado
con lo que traiga dentro, el alumbrado,
las ropas, dos o tres barrigoncitos
y muchas veces, hasta los "palitos"
(Extracto del poema La Arepa de Job Pim)

                       Para los venezolanos, la arepa es lo más parecido al "pan nuestro de cada día". El periodista Pedro Bereciartu, en sus investigaciones afirma que esta torta confeccionada a partir del versátil maíz proviene de las laboriosas manos de los primeros pueblos indígenas que habitaban estas tierras, aunque es sólo después de la llegada de los españoles a América cuando se comienza a reseñar los pasos que seguían los nativos durante  su preparación: "Con el maíz hacían unas tortas tan gruesas como un dedo, que llamaban arepas", escribió en 1652 Bernabé Cobo.
                       Una anécdota relacionada con las arepas en el siglo XIX cuenta que el General español Don Pablo Morillo, quién llegó a Venezuela a combatir por la causa española cuando la independencia estaba casi decidida, detestó las arepas. Morillo confesó, según Churrión, a sus dos amigos José Domingo, el Duarte y el Díaz, al regresar a Caracas tras su campaña de los llanos, que: "Todo lo puedo pasar en esta tierra. menos esas perrísimas tortas de maíz que llaman arepas, que sólo se han hecho para estómagoas de negros y de avestruces".  El repudio de Pablo Morillo hacia las arepas contrasta con el gusto del Libertador Simón Bolívar, quién se quedó con las arepas, de las cuales eran muy de su agrado.
                     Se asegura, que su nombre proviene del primer utensilio usado para su cocción, precursor del popular budare: el aripo, una especie de plancha, un tanto curveada, hecha de barro. Otros, afirman que el nombre proviene del nombre que los indios cumanagotos le daban al maíz: "erepa".Lo cierto del caso es que la arepa se encontraba (espero que aún se encuentre, al pesar de los pesares) en la casi generalidad de los desayunos en las mesas venezolanas


                                                                                                                                                                                  Pilón, pilón...
 dale duro a ese pilón
pilón, pilón...
que se acabe de romper,
pilón, pilón...
que en el monte hay muchos palos
y papá lo sabe hacé....





                 
            Así dice una parte de las canciones que solían cantar las cocineras criollas, cuando tenían que pilar el maíz.
.. Anjá señor...¿y qué es "pilar el maíz"?
-- Bueno, en primer lugar, las arepas de maíz pilao son las precursoras de toda arepa. Eran habituales en la época previa a la mecanización e industrialización del proceso y, aún se puede ver en algunos pueblitos del interior de la República. Para hacerlas, había que sudar la gota gorda ante el criollo pilón, donde el grano seco se descascaraba y se separaba del germen y de la cutícula (en criollo,pico, y también el nepe), mediante fuertes golpes atestados con el mazo.
           - Señor, señooor... aún no me dice que es el pilón.
.--.¡Cónfiro!, usted no sabe esperar, ¿verdad?. Debería suponer que el pilón es un mortero de gran tamaño, hecho de madera dura, y los mazos eran llamados "manos" ... ¿Contento?
 ..--Siii... tá bien, gracias, pero no se sulfure, que se puede ahogá...

Pilado a dos manos
                        Aparte de las populares arepas de maíz pilao, se consiguen en el occidente del país, más concretamente en os estados Lara y Falcón, las muy riquíssimas arepas de maíz "pelao", es decir, que si usted o yo va al occidente, es "impelable" comerse una (o varias, si puede) arepas "peladas", acompañadas del muy sabrosito suero de la región o del queso de cabra. Pues bien, estas arepas "peladas" se elaboran con el grano que no está completamente seco, que se cuece con ceniza o cal y que, seguidamente, se frota para eliminarle el
 "nepe" (cutícula que cubre al maíz). El particular sabor y textura que le concede a la arepa este procedimiento es excepcional, parecido, por cierto, al de las tradicionales tortillas mexicanas.
                      Con el lema: "se acabó la piladera", Empresas Polar introdujo, la Harina de Maíz precocida, que industrializa el proceso, y con sólo agregar agua y una pizca de sal...¡Presto!.. tenemos la masa para las ricas arepas. Lo cual es, hoy en día toda una "masificación".
          Pero, dejemos en la autorizada voz de Don Armando Scannone, la muy detallada receta de las arepas de maíz pilado (tomado del libro rojo de "mi Cocina, a la manera de Caracas")
AREPAS DE MAÍZ PILADO
 INGREDIENTES (12 arepas pequeñas):
1/2 kilo, 2 1/2 tazas, de maíz pilado, seco y escogido, o 1 kilo, 5 tazas, ya cocido; 10 tazas de agua para cocinar el maíz; 2 1/2 cucharaditas de sal; 1/4 a 1/3 de taza, aproximadamente, de agua para amasar; aceite para engrasar el budare.

PREPARACIÓN:
1.   El maíz debe cocinarse con unas horas de anticipación o el día anterior para que esté completamente frío cuando se vaya a moler y  a preparar la masa.
2.   Sobre una mesa se escoge y limpia cuidadosamente el maíz, eliminándole las impurezas y partes blandas o inertes, pedacitos de cáscaras, etc.
3.   Se pone en una olla bajo agua corriente y estrujándolo con las manos se lava muy bien hasta que el agua salga transparente. Se escurre.
4.   En una olla grande se pone el maíz con agua suficiente para cubrirlo bien, unas 10 tazas. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte destapado por 22 min., revolviendo de vez en cuando y raspando el fondo de la olla con una cuchara de madera, para evitar que se pegue. El maíz debe quedar "al dente", es decir, que al morderlo esté blando por fuera pero todavía duro en su interior. Puede bastar con 20 minutos si contiene muchas partes pequeñas o puede necesitar 25 minutos si en su mayor parte está entero y uniforme.
5.   Se retira del fuego y se le escurre 1/4 a 1/3 del agua que todavía queda en la olla y se le agrega agua fría, hasta volver aproximadamente a su volumen original. Se revuelve y se deja reposar tapado y a temperatura ambiente, hasta que se vaya a moler. En esta forma el maíz cocinado puede conservarse así hasta por 2 días cambiándole el agua or lo menos 2 veces diarias, sin tocarlo.
6.   Cuando se va a moler se escurre bien en un colador y se lava muy bien, estrujándolo en el agua corriente, hasta que el agua salga transparente. se deja escurrir unos minutos en un colador.
7.   Antes de moler el maíz se debe escoger y limpiar nuevamente, eliminándole el pico o parte oscura y blanda que a veces le queda y restos de piel que tengan los granos todavía y que se hacen más visibles después de cocinarlo.
8.   Se muele por máquina de moler maíz muy apretada o ayudante de cocina con pieza para moler maíz, para que la masa salga muy fina.
9.   En una bandeja grande de metal, esmaltado preferiblemente, se amasa muy bien agregándole la sal y agua necesaria hasta que la masa esté suave y compacta y despegue de la superficie donde se amasa. Debe amasarse de 5 a 10 minutos. La masa puede conservarse 1 ó 2 días en la nevera , en papel de aluminio, pero debe igualmente ser amasada, humedeciéndola, si es necesario, antes de usarla.
10.  Para hacer las arepas se divide la masa en bolitas de unos 5 centímetros de diámetro, unos 50 a 60 gramos.
11.  Preferiblemente sobre una superficie esmaltada y apretando contra ella cada  bolita con la palma de la mano, se alisa y aplasta la bolita con movimiento circular. Se termina de aplastar pasándola de la palma de una mano a la otra varias veces, hasta obtener la forma deseada. Por último se elimina cualquier imperfección que todavía tengan pasándoles suavemente por las orillas los dedos ligeramente humedecidos. Se van colocando aparte sobre una bandeja o papel encerado.
12.  Se precalienta el horno a 350 grados.
13.  Sobre una hornilla y a fuego fuerte, se pone a calentar un budare. Cuando esté bien caliente se le agrega aceite, alrededor de 1 cucharada y con papel absorbente se extiende y limpia varias veces el budare hasta que esté seco. Se baja un poquito el fuego.
14.  Con cuidado se colocan las arepas sobre el budare caliente. Se voltean a los 4 o 5 minutos y se tienen 4 o 5 minutos más por el otro lado, moviéndolas suavemente de vez en cuando, con movimiento circular para evitar que se peguen o se quemen.
15.  Se meten las arepas en el horno, colocándolas directamente sobre la segunda parrilla de abajo a arriba, a unos 12 centímetros del fondo, se les da vuelta a los 1 minutos y se hornean unos 5 minutos más. Se prueban si ya estan listas, golpeándolas con la mano. Deben producir un sonido hueco, de caja vacía, de estar cocidas y un poco abombadas.
16.  Se sacan del horno y se dejan reposar envueltas en unas servilletas por 2 o 3 minutos.
17.  Si se han quemado un poquito en el budare, se les elimina la parte quemada, pasádolas suavemente por el lado fino de un rallo (rallador). Se sirven inmediatamente, bien calientes

            La niacina y otras fuentes proteicas se pierden al pilar el maíz, pero eso no genera mayores preocupaciones a los comensales, porque, ellas generalmente vienen con un relleno, que puede ser prácticamente cualquier guiso, u otro acompañante ("pasajero" le dicen los andinos). En Caracas, a las arepas sin acompañantes las llaman "viuditas"
            Como decía, las arepas pueden recibir casi a cualquier acompañante, ya sea como contorno, o bien para rellenarlas: jamón, queso blanco, amarillo, guayanés o telita, pollo, perico, pernil, carne mechada, cazón (que para los que no lo conocen, es una especie de tiburón pequeño que habita en nuestras costas), huevos de codorniz, pepitonas (moules)... y tantos otros. También se pueden combinar, poniéndoles entonces con mucho ingenio, apodos que después lo caracterizan: "dominó" es llamada la que lleva caraotas (frijoles) negras y queso blanco rallado; "pelúa" es la de carne mechada con queso amarillo; "patapata" es la que lleva queso amarillo, caraotas negras y aguacate, la "rumbera" lleva un relleno de pernil y queso amarillo; la "catira",lleva pollo esmechado con queso amarillo;la "musiúa", que lleva los mismos rellenos que una hamb urguesa;  la muy conocida de "pabellón",que lleva tajadas de plátano maduro, caraotas negras y carne mechada; está también la "Rompe Colchón", que lleva una mezcla de mariscos( pulpo, calamar, pepitonas, ostras y camarones), o la gran favorita, la "reina pepiada"
          La "Reina Pepiada" es  la arepa más famosa del país. Su receta original dice que es una tostada rellena de pollo guisado y luego horneado, acompañado le lonjas de aguacate y petit pois. Actualmente los establecimientos la rellenan con ensalada de gallina, mayonesa y aguacate. Su creador es un trujillano llamado Heriberto Álvarez: " La autoría de la reina pepiada no es sólo mía sino también de mis seis hermanos ya fallecidos y, por supuesto, de mi ingeniosa madre: María de los Santos Álvarez, que en paz descanse.Todo comenzó cuando mi papá murió, estando  nosotros muy jóvenes. Mi mamá nos trasladó de Trujillo hasta Caracas en un camión de estacas. Nos instalamos en la esquina de Cola é Pato, en el Guarataro. Allí montamos un negocio de empanadas. Se hicieron tan famosas que la gente venía desde El Paraíso (en esa época,una de las Urbanizaciones más Chic de Caracas), expresamente a probarlas. Como nos fue tan bien pudimos abrir otro local de Maderero a Bucare, cerca de la Plaza Miranda. Mis hermanos y yo le pusimos El Chance. Fue allí donde vendimos las primeras tostadas. Nuestro primer cliente se acercó a las 8:30 de la mañana, en octubre del año ´49. Nos preguntó: --Muchachos, ¿que es eso de tostadas?--. Le explicamos que así se le decía a la arepa rellenita en Trujillo. Pidió una de queso de mano y se la devoró gustosamente. En ese momento se llamaba solamente Alfredo Sánchez Luna, vivía a una cuadra del negocio y era un aficionado del canto. Después se convirtió en Alfredo Sadel. Imagínese qué suerte nos dió ese señor de ser el primero que se comiera una de nuestras arepas".
          "Con el tiempo fuimos creciendo y, en el año 55, abrimos Los Hermanos Álvarez, en la Gran Avenida, la que comunica Plaza Venezuela con Sabana Grande. Estábamos en un punto estratégico, porque teníamos al lado la floristería de las hermanas Belloso y un negocio muy visitado que se llamaba Todo París. Nuestros clientes fijos eran Aquiles Nazoa, Oscar Yánez, Billo Frómeta y Abelardo Raidi, entre otros. Ese mismo año, la señorita Susana Dujim ganó el Miss Mundo. Para rendirle homenaje, vestimos de reina a una de nuestras sobrinas que tenía apenas 12 años. La sentamos como en un altarcito para que la gente la viera en el establecimiento. Entonces pasó un señor y nos preguntó por que teníamos a esa niña allí. Le explicamos que era un homenaje a la nueva soberana de la belleza. Nos dijo:--¡Pero si yo soy el papá de Susana!. Se las voy a traer para acá-- y así fue. Un viernes, como a las 10:00 de la noche, se apareció la señorita Susana con su papá. Yo le di una tostada en sus manos y le dije: --Mire, esta tostadita se la preparó mi mamá especialmente y se va a llamar La Reina, así como lo es usted--, ella me dijo:-- gracias mijo--, y se la comió con un juguito. Y como en esa época, a las mujeres de buenas curvas,así como Susana, se les llamaba Pepiadas, le pusimos ese apellido a la arepa. Mantuvimos el negocio hasta el año 68. Otro que nos promocionó incondicionalmente fue Renny Ottolina. ¡Como se portó ese señor con nosotros!".

          Pues bien, si seguimos investigando sobre nuestras populares arepas, encontramos que los ingredientes y la región del país donde se hacen, también influyen en las características de las arepas. Así, pues, van apareciendo las redonditas y no tan grandes arepitas de chicharrón; las morenas y abombaditas arepitas dulces, con su ligero sabor anisado; las muy delgadas "telitas", típicas de los estados andinos. También del occidente, como obviar las arepas de trigo, inigualables al lado de una natilla. Las "aliñadas", a cuya masa se le agrega queso, huevo, papelón, anís y polvo de hornear. Las muy zulianas de coco, que se deben hacer a la parrilla y nunca en budare, colocando la masa sobre una hoja generalmente de uva de playa. su preparación requiere de coco y papelón. Las "tostadas", aquellas que una vez preparadas y rellenas no se comen al momento, pero que al rato, o al día siguiente, se humedecen un poquito y se colocan en la parrilla; o también se rebozan con huevo batido y se fríen en aceite muy caliente. Para los comensales de mayor apetito se reservan las "Ruedas de Camión", también llamadas "arepas quiebra" o "tumba budare", donde se podría colocar un pabellón sin  mucho inconveniente. Los niños de la casa prefieren las arepitas fritas con su crujiente huequito en el centro. Y para aquellos que no les rinde el tiempo para cocinarlas, ni fritas ni asadas, está el revolucionario "tostiarepa", artefacto eléctrico que las deja lista en minutos. Finalmente, si la arepa se quedó fría, y nadie la consumió, por ahí habrá algún candidato que la hierva en leche o la remoje en suero y le agregue su buena ración de queso blanco rallado.
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          Les agradezco de corazón, cualquier sugerencia, comentario o complemento que hagan como aporte a estas páginas.

viernes, 26 de abril de 2013

Hombres del Maíz

 
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                Cuando hablamos del hombre del maíz, inmediatamente rememoramos al Popol Vuh, llamada también la Biblia Maya, que fué originalmente un Códice indígena, Fué traducida al idioma Quiche en el año de 1542 y el original se encuentra guardado en una caja cerrada con 64 candados, cuyas llaves las poseen 64 jefes indígenas. Su traducción al español estuvo a cargo de Fray Francisco de Ximénez en 1701.
                    "Popol" significa en lengua maya, reunión, casa común, comunidad, junta. Por su parte, "Vuh", quiere decir libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel. Y Popol Vuh es el nombre del libro sagrado de los indios Quichés, donde se relata su cosmovision acerca del origen del mundo y de los indios Mayas. Precisamente, en su primera parte se reseña la creación del universo y el origen del hombre que, después de varios fracasos, fué hecho de maíz, alimento básico de su nutrición ("De masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre...").
                     Ahora bien, esto nos da base para entender por que se llamó Hombre del Maíz al origen de la Civilización Maya, pero...¿Fueron realmente los Mayas los únicos "Hombres del Maíz"?. Pues no, el maíz fué, y de hecho lo sigue siendo, el alimento principal de muchos pueblos de nuestra América. De hecho, el nombre mismo del alimento deriva de la palabra "mahís", con la cual designaban a la planta los indios Caribes.
                    En Venezuela, la siembra del maíz fue el primer cultivo desarrollado por los indígenas, los cuales lo plantaban de una forma muy simple: Echaban las semillas en un agujero, las espolvoreaban con ceniza de madera, añadían un  pescado muerto como fertilizante y cubrían las semillas con tierra. Al cosechar el maíz, lo procesaban cociéndolo, y generalmente lo molían entre dos piedras. En 1579, Nicolás de Federmann informa la existencia de  maíces de tres y cuatro formas y colores que eran cultivados por las etnias del río Barquisimeto lo cual es uno de los primeros inicios para dar a conocer al maíz como alimento esencial en la mesa del venezolano, desde aquella época, hasta nuestros dias
Partes biológicas del maíz
                    De tal manera, tenemos que el maíz acorde con ese sentido cosmogónico del origen del hombre, logró que los científicos lo denominaran Zea Mays, y es que la palabra zea proviene del griego zeos, que significa "vivir". El maíz es un cereal originario de Mesoamerica, donde fue domesticado hace aproximadamente 8000 años. Es una planta monoica (posee ambos sexos), la constituye una larga raíz fibrosa y un tallo erecto. Éste se convierte en el eje central del sostén de la planta donde se adhieren las hojas grandes y lanceoladas. Para su cultivo sólo es necesario un ciclo vegetativo de 100 a 150  dias con la temperatura y cantidad de agua necesarias.Se sabe que el maíz produce más después de una cosecha de leguminosas en rotación con otras plantas. El clima ideal del maíz es con mucho sol, frecuentes lluvias durante los meses de verano, noches cálidas y humedad bastante alta..
          En Venezuela, el maíz es materia prima de otras altezas: la arepa, la hallaca, la cachapa; además de ser ingrediente fundamental en la preparación de brebajes como la chicha y de divinidades como el funche, versi{on criolla de la polenta italiana. Jojotos se les dice en estas tierras, a sus granos cuando estan tiernos. "jojoticos" a los muchachitos y cotufas a las palomitas de maíz ( cabe decir que el termino cotufa, deriva del anglicismo "corn to fry", o sea, maíz para freir).
                     En los campos venezolanos, se solía colocar las mazorcas del maíz ya maduro y seco, bajo de los fogones para que el calor y el humo los mantuviera libres de insectos, manteniéndolos así hasta el momento de ser procesado. Ajá: ¿y como era el procedimiento antiguo para la preparación o procesamiento de maíz?
                    Bueno, este proceso era bastante duro, para preparar la masa de donde se iban a sacar las arepas, hallacas o funche, y consistía en pilar el maíz, cocinarlo, molerlo y amasarlo, según fuera lo que se va a preparar. hoy en día todo se ha simplificado con la industrialización de maíz, y el procesamiento de las harinas. Para hacer una explicación más específica, procederé a exponer el proceso, junto con la elaboracion de los distintos preparados:....
                      

lunes, 18 de marzo de 2013

incógnitas de nuestras tierras

         Indudablemente, el mundo entero, pero, por lo que nos duele y corresponde, nuestro país, es un cúmulo de incógnitas que ni la historia, ni la antropología, ni ninguna de las ciencias nos lo ha podido responder, o cuando menos, aclarar. Todo lo contrario, podríamos aplicar el dicho popular: -"No aclare mijo, que oscurece más"
          De tal manera, que lo único que a veces nos queda es el razonamiento lógico, y así tal vez le consigamos lógica a lo ilógico, sentido a lo misterioso. Sólo debemos tener una mente abierta y usar el sentido común (que como decía mi papá, que el sentido común es lo menos común que tiene el ser humano).
          Así, pues, tomo como auxiliar el día de hoy (y como referente, puesto que en gran medida es el modelo de razonar que sigo) al insigne Historiador , Psicólogo y Psiquiatra venezolano Francisco Herrera Luque, de quién tomo textualmente de su libro: "La Historia Fabulada", del capítulo 87, titulado :

          EL NOMBRE DE VENEZUELA
AUTOR:    Escribió Américo Vespucio, quien, además de robarle a Colón el nombre del Nuevo Continente, era embustero de marca mayor, que el Conquistador Alonso de Ojeda puso por nombre Venezuela al Lago de Maracaibo, por parecerle una pequeña Venecia. Una carta escrita a Lorenzo el Magnífico en el año de 1501 dio pábulo a que todos  los historiadores que lo sucedieron tomaran por cierta tan capciosa explicación, ya que la partícula "uela" en nuestra lengua, además de pequeñez, asocia la idea a burla, desdén o mengua, con la cual el nombre de nuestra patria tendría , al igual que la Cruz, lugar de expiación de los criminales, un origen no tan honroso como nos han hecho creer. Quizá por aquello que no se mienta la soga en la casa del ahorcado, no nos hayamos molestado mucho en remover el asunto que pudiera resultar enojoso. Hace pocos dias cayó en mis manos un libro de Arturo Hellmund Tello: Leyendas Indígenas Guajiras publicado en 1951, que si no me tienta por su fiabilidad histórica, pareciendo más bien un arbitrario fantasear, contiene ciertos ingredientes que, de ser parcialmente ciertos, pudieran arrojar interesantes datos sobre la verosimilitud de una leyenda a la que hace pocas semanas y en este mismo espacio no vacilé de calificar de absurda, como era el pretendido origen de nuestros morenos y achaparrados indios motilones. Según cuenta el referido autor, mucho antes de la llegada de los conquistadores al lago de Coquivacoa en 1499, naufragó en la costa Guajira una embarcación procedente de España.

NARRADOR:     En una península lejana, escribe el autor,  hacia el oriente entre el río  Duero y Astorga, ciudad de  los Amacos, y teniendo por capital Curunda, había una región con reyes y gobierno, perteneciente a los Zoelas, nación de navegantes. Si al principio se sintieron desanimados de los arenales guajiros, a la postre terminaron ayuntandose con los nativos diluyendo en sucesivos apareamientos su aporte etnico. Son evidentes, y en especial en la mujer, los rasgos finos de los Guajiros. Lo que pudiera ser expresiòn de este pretendido mestizaje.

AUTOR:     Un  momento y vamos por partes. Hasta donde yo he podido averiguar, no existe la tal ciudad de los Amacos, ni la Capital Curunda, ni la referida nación de los Zoelas; no los encuentro ni en la historia ni en el diccionario. Como yo no creo que un escritor sea capaz de inventar una cosa semejante sin algún fundamento, no dejo de preguntarme si los pretendidos Zoelas serían los suevos o zuevos, pueblo germánico   que invadió a España  en el siglo v y que fué vencido por los visigodos. Pero sigamos con el libro.

NARRADOR 2:     Según el autor de las leyendas Guajiras, los Zoelas aportaron algunos vocablos a los indios que se mantuvieron o han tenido que mantenerse hasta el siglo xv para que salga redonda su hipótesis, sobre el origen del nombre de Venezuela.

NARRADOR 1:     Entre ellas estaría la palabra Bene con B de burro, que significa bienvenido. De acuerdo al señor Hellmund, el recuerdo de los Zoelas y de haber llegado en una gran canoa, persistió por mucho tiempo, como quedó entre los aztecas la figura de Quetzacoalt, la visita del sacerdote blanco que les anunció con quince siglos de anticipación el advenimiento de los hombres de su raza.

AUTOR:     Hellmund afirma que cuando los habitantes del Lago vieron la nave de Alonso de Ojeda y Américo Vespucio gritaron emocionados y con gran algaraza: Bene, Zoelas; bene zoelas. Es decir, bienvenidos zoelas; dando lugar con tales expresiones al nombre de nuestra nación. Aunque a mi todo esto me parece un cuento chino he seguido fiel a un precepto científico de no rechazar abruptamente las explicaciones con visos de verosimilitud.  Tras ella puede estar la clave de muchos enigmas.

NARRADOR 2:     Es un hecho que siglos antes de Colón, navegantes del Viejo Mundo, arrastrados por las tempestades y las corrientes, llegaron a América.  Tal es el caso de Erik, el Rojo, príncipe vikingo, quién llegó a Groenlandia en el siglo x. Cristóbal Colón, como dijimos una vez, tenía noticias de éste continente a través de un navegante vasco que logró regresar. Fray Gaspar de Carvajal, compañero del Descubridor del Amazonas, habla de tribus de hombres blancos al norte del Gran Río.

NARRADOR 1:     En Venezuela, repetimos, existe la conseja que hace descender a los motilones de los vikingos. No es inverosímil, por consiguiente, que una embarcación procedente de Europa haya encallado en La Guajira, siglos antes del Descubrimiento. Esta nave lo mismo ha podido ser vikinga que zueva, término que al paso de los años degeneró en zuela. Los suevos o zuevos son germánicos  que a su vez son muy parecidos a los Nórdicos. Hasta mediados del siglo XVIII Venezuela se escribía con b alta, lo que habla en contra de su origen veneciano. Y si no, véase la historia de la provincia de Benezuela, con B, de Cisneros en el siglo XVIII. Los guajiros, además de su proximidad física al  europeo, tenían un mayor desarrollo técnico, que los pueblos circunvecinos.

NARRADOR 1:     El injerto racial que helenizó la raza autóctona ha tenido que proyectarse sobre la cultura.  Pero estos europeos tuvieron que ser muy precarios en su desarrollo cultural para que su aporte se extinguiese hasta casi desaparecer.  Como sería el caso de los suevos, pueblo ignorante y bárbaro ante la cultura grecolatina del siglo v; pero superiores a los indios de América. Sería interesante averiguar si la palabra Bene existe en Guajiro. Y de existir, si tiene la significación del autor de las leyendas. Sería conveniente intentar verificar lo que parece absurda fantasía. Nada se pierde con probar.

AUTOR:     Así es la ciencia, se busca y se inquiere por un simple y al mismo tiempo complejo placer funcional. Todo esto puede ser una descabellada invención; pero hay tentadores indicios confluyentes para insuflar la fantasía. Y una tendencia de los laboriosos maracaiberos.

Una voz: (maracaibera) Me gustan los nombres de Ostremunda, Erik o Thor para el próximo triponcito. ¿que opináis vos?


           Es necesario aclarar que lo anteriormente escrito formaba parte de una serie de micros radiales, escrito por el mencionado Autor Francisco Herrera Luque, a principios de los años 80 del siglo pasado, por esta razón es que el autor le dió ese formato, que luego fueron transcritos y recopilados en "La Historia Fabulada", en tres volúmenes.     Lo otro sería que, como en toda nación, existen muchos misterios que aclarar. ¿No lo creen ustedes?. Por favor, dejen sus opiniones, comentarios y aportes,los cuales serán tratados con el debido respeto, siempre y cuando se use un lenguaje mesurado y respetuoso de las diferentes opiniones.

lunes, 25 de febrero de 2013

¡Epa Isidoro!

¡Epa Isidoro!
¡buena broma que me echaste!:
el día que te marchaste,
sin acordarte de mi serenata

¡Epa Isidoro!
Cuando vuelvas por Caracas,
explícale a las muchachas 
que te fuiste lejos sin decir adiós.

Y sigo pensando
que este viaje tuyo no era necesario
Ahora que Caracas
está celebrando Cuatricentenario

¡Epa Isidoro!
por las calles de los cielos,
en tu coche roto y viejo
la "cuerdita" nuestra te recordará...










          Hace ya algunos años, escuchaba silencioso en mi computadora este tema musical del maestro Billo Frómeta, cuando mi hijo Lorenzo, de entonces unos ocho años, me pregunta:
- Papá: ¿quién es Isidoro?
- Era.
- Bueno, era, pero respóndeme.
- Ok., yo realmente no lo conocí, pero mi papá, tu abuelo, si lo conoció. Según me contó mi papá, era un cochero, muy cariñoso y amable... el último cochero que tuvo Caracas y que falleció cuando yo aún no nacía, el 29 de diciembre de 1.963.
- ...Aaaaaahh, ok... ¿y eso de cochero es como las películas que tú veías con mi abuelo, con caballos, indios y todo eso?
- Ja,ja,ja...¡No tanto!..no, te explico: un cochero era efectivamente el conductor de coches a caballo, pero no necesariamente de las diligencias que se ven en las películas vaqueras, sino más bien era como un taxi, pero a caballo. Acuérdate que él estaba en Caracas, sin tantos edificios, la de los techos rojos, pero igual era una ciudad.
- ¿Y por qué está en la canción?
- Bueno, porque Isidoro, aparte que el caraqueño en general lo quería mucho, fué por más de 50 años conductor de coches en Caracas, aquella Caracas de los techos rojos y calles empedradas, que contaba con añoranza mi papá sobre los comienzos del siglo XX. Isidoro llevó a pasear a muchas personas en paseos familiares, excursiones juveniles, parrandas o encuentros furtivos. Entre sus amigos estaban personalidades, como el mismo maestro Billo Frómeta, y gente común, eso no importaba, el cariño y el respeto era el mismo para todos los que subían a su coche, un Victoria Inglés que estacionaba  diariamente de Monjas a San Francisco, en los alrededores del Capitolio o en la Plaza de Altagracia.
- ¡Cónchale papá!


Semblanza:
          Entre las esquinas de Teñidero y Chimborazo, en la casa identificada con el número 2,durante el Segundo gobierno de Antonio Guzmán Blanco; nació el 2 de enero de 1.880, el hombre que por más de cinco décadas condujo el último (y más famoso) coche de Caracas: Isidoro Cabrera González. Era hijo de Victorino Cabrera, de orígen Canario, de quién heredó la profesión de cochero, obteniendo su título de auriga en 1.911. En cierta ocasión, el General Ignacio Andrade, a la sazón Presidente de Venezuela, requirió de los servicios de Isidoro para que lo llevase a la Casa de Gobierno. Isidoro y el General Andrade conversaron mucho durante el trayecto. Al bajar el Presidente del carruaje le dijo a Isidoro:
- Caramba, Don Isidoro, de verdad que quiero ayudarlo.
- ¿Y como va a ser eso, mi General?
- Venga mañana temprano, que le voy a regalar un Coche.
          Así, Isidoro obtuvo un coche nuevo, un Victoria Inglés, obsequio presidencial,  tirado por sus caballos "Seguridad" y "Tremendo", los cuales bebían cerveza cuando Isidoro quería premiarlos por sus esfuerzos.
          Fué el único cochero caraqueño conocido por su  nombre y apellido, ya que a los demás se les llamaba por sus  apodos o sobrenombres como: Padre Eterno, Rabanito, Monseñor, Mascavidrio, Tántalo, Morrongo, El Elegante, entre otros, y a los que se podía conseguir con sus vehículos estacionados en las esquinas céntricas de la capital.
          Cuando se trataba de paseos familiares, excursiones juveniles, parrandas y encuentros furtivos, Isidoro Cabrera González y su Victoria, fueron la primera opción del General Cipriano Castro, Victorino Márquez Bustillos, Emilio Conde Flores, Juan Ernesto Branger, Andrés Eloy Blanco, Julio Coll, Juan España, Billo Frómeta, José Gregorio Hernández y el resto de la sociedad caraqueña.
          "Dábamos vueltas por los principales botiquines elegantes de Caracas, como La Colonial, Donzella, La Mallorquina, o El Postillón de la Rioja. Unas veces íbamos al Luna Park, otra, al Puente de Hierro o al Restaurant del Calvario. De madrugada regresábamos al trote y los pasajeros descendían eufóricos a las puertas de sus casas" (palabras de Isidoro recopiladas por Graciela Schael en Estampas Caraqueñas, Concejo Municipal del Distrito Federal -hoy Distrito Capital-, 1.975).
          El automóvil que Doña Zoila de Castro trajo a Venezuela en 1.904 -primero en el país- no representó una amenaza para el próspero negocio de Isidoro, quién hacía alucinar a los caraqueños con sus recorridos. Sin embargo, la firma Arévalo & Phelps, y el Almacén Americano, se encargaron de enceguecer a los venezolanos con los automóviles de la Ford Motor Company. Desde entonces, la guerra entre el transporte automotriz y el de tracción a sangre estaba declarada y la profesión de Isidoro estaba en grave peligro. El delirio por el transporte motorizado enterró sin piedad cocheras, caballerizas y carruajes. Aunque la clientela del cochero menguó a gran escala, siempre quedó algún parrandero que, ahogado en el alcohol, hiciera uso de sus servicios.
          Aficionado a la Fiesta Brava, flores, valses y pasodobles, Isidoro retornaba a su casa con el amanecer, desayunaba, dormía y tocaba su guitarra. Con la puesta del Sol, llegaba nuevamente la hora de ir a instalarse en las afueras de los sitios del Este, preferidos por los caraqueños para festejar. Desde el 29 de diciembre de 1.963, nadie más paseó en el célebre coche de Isidoro, no por que su esposa e hijos hubiesen escondido el vehículo para animarle a abandonar el oficio -como lo habían hecho en otras ocasiones-, sino porque la muerte lo hizo su pasajero, y lo llevó de paseo a una mejor vida.

domingo, 24 de febrero de 2013

GENIO Y FIGURA:


          Dice el refrán popular: "Genio y Figura, hasta la sepultura". Bueno, lo que quiere decir, o lo que yo quiero decir más bien, es que en Venezuela son muchos los personajes de genio y donaire que le prestan su vida al sentir y quehacer venezolano. Y no me refiero solamente a los Padres fundadores de la república, ellos son el alfa, la génesis, el principio de la república, pero no son, no pueden serlo, el final de ella.
          Con esto lo que quiero decir es que Los Próceres, los padres fundadores fueron seres excepcionales  Sin duda alguna, pero su vigencia es relativa. No puede ser que nos estemos guiando  por los pensamientos que ellos nos legaron... ¡Ni aún el mismo Simón Bolívar!
          Hagamos un pequeño ejercicio: busquemos en toda la documentación escrita del Libertador algo, aunque sea pequeño, algo, repito, que nos de indicaciones de Política Petrolera..o de índices fiscales, o de aviación, o terrorismo...o ¡algo del mundo actual, del siglo 21, por Dios!. 
          Caramba, yo sé perfectamente que habrán muchos por ahí dándose golpes de pecho ante semejante herejía, y es que no creo estar faltando ante el debido respeto que se debe tener a la obra del Libertador, solo quiero decir que su vigencia es relativa, y que son  los que trabajan en sus distintas áreas, que colaboran en esfuerzo común los que hacen patria. 
          De cualquier manera, mi intención no es crear polémica, sino escribir sobre algunos personajes que forman parte del día a día venezolano. Algunos pintorescos, como el Duque de Rocanegra, o Job Pin, o Leoncio Martínez, o Japa-japa, o el Caballero Gregorio,etc...otros más comedidos, como Juan Pablo Pérez Alfonzo, o el Dr. Gabaldón, o José Gregorio Hernández, etc, etc, etc.
          Son ellos, con su manera de ser y hacer, los verdaderos artífices de la venezolanidad. Para muestra un botón: Juan Bimba se le llama a la gente del pueblo llano, a la persona de a pie, al pobre sufrido, pero... ¿quien creó esa manera de llamar Juan Bimba al venezolano, llamado anteriormente "Sin Camisa" o "Pata en el suelo"?. Pues, nada más y nada menos que el genial Leoncio Martínez en su revista "Fantoches" en el primer tercio del siglo XX. ¿Que tal?


          Quiero con esto dar comienzo a una serie de artículos sobre las personalidades venezolanas.

sábado, 16 de febrero de 2013

¿POR QUE?




        

          Venezuela Terra Incógnita.... Me preguntan y yo también me preguntaría: "¿Terra Incógnita?". Si, Venezuela es una tierra asombrosa, por muchas cosas y por todo: La música, la danza. el folclore  su flora, su fauna, sus asombrosos paisajes, su comida tan cosmopolita, etc., etc....

          La visión de este blog es confusa, y complicada... mi idea era hacer un libro con todas las cosas que nos identifica y nos señala nuestro gentilicio, esto es, lo que somos. Nada más difícil. Venezuela, y por consiguiente los venezolanos somos una mezcla, una alquimia divina que Dios nos concedió como un don, y es precisamente esta mezcla lo que nos identifica y nos señala ante las naciones hermanas.

          Primeramente, la mayoría aborigen de nuestro suelo era Caribe, raza audaz, hábil para la guerra. Es famosa su grito guerrero "Ana Karine Rote"..(Sólo nosotros somos hombres), aunque según creo, es un concepto discriminativo. Sin embargo, nos heredó esa manera de ser vivo, de creer que, ¿por que no decirlo?, "nos la sabemos todas más una", de ser sabrosones, pues. También nos legó ese fatalismo que nos suele caracterizar y que en mayor o menor grado todos lo poseemos. Y de los rasgos culturales, gastronómicos, lingüísticos  etc, no nos puede quedar duda del enorme peso que tienen nuestros ancestros aborígenes sobre nuestra cultura actual. Podemos citar como ejemplos: El Casabe, La Arepa, El Catara, Guá, Moriche, Chinchorro... la lista de nombres, es laaaargaaa...

          Mucho después que nuestros antepasados aborígenes vivían y eran felices en estas comarcas, aparecieron las Carabelas españolas. Traían en sus bajeles no sólo la lengua que hablamos, la religión mayoritaria. No. Mucho se habló del "Día de la Raza", mucho se habla ahora de "Día de la resistencia Indígena". Me perdonan los entendidos, pero según mis ideas, ni lo uno, ni lo otro. No se puede hablar del "Descubrimiento", porque no se puede descubrir a una cultura que ya existía, ni tampoco día de la raza, porque no fue inmediatamente que sucedió el mestizaje. Tampoco podemos hablar de resistencia indígena, porque la superioridad tecnológica española era evidente, por un lado, y por el otro, no todos los aborígenes se enfrentaron a los españoles. 

          Entonces, ¿que?. Pienso en el choque de dos culturas, en el "Encuentro de Dos Mundos", si nos queremos poner poéticos. Ahora bien, decir que no le debemos nada a España es un error. ¿Y el idioma que hablamos?,¿y la religión?, ¿y la cultura en general?¿y el salero andaluz que llevamos en la sangre?. Mucho que decir también, y eso me propongo, al hablar de la venezolanidad, trataré de hablar también de los orígenes.

          ¿Y que pasó después?, pues que los vencedores trajeron a estas tierras una nueva raza: la africana, y con ella, todo su bagaje cultural, los tambores, los bailes, la forma en que se interpretó la religión, el color de la piel, y otro largo etcétera. Agarremos todos los ingredientes, agitemoslo, y saldrán los venezolanos. 

          Cada venezolano es una incógnita, un misterio. Cada maravilla natural es otro misterio, esta es, definitivamente una tierra misteriosa, una verdadera "Terra Incógnita".